Puente Romano de Guijo de Granadilla - Guijo de Granadilla, Cáceres

El Puente Romano de Guijo de Granadilla es una impresionante estructura histórica que data del siglo I o II d.C. y se encuentra ubicado en la pequeña localidad de Guijo de Granadilla, en la provincia de Cáceres, España.

Este puente, construido durante el reinado del emperador Trajano, es un ejemplo excepcional de la ingeniería romana y ha resistido la prueba del tiempo durante más de 2.000 años. Con una longitud de 164 metros y una altura máxima de 24 metros, el Puente Romano de Guijo de Granadilla cruza el río Alagón y es una vista impresionante que no puedes perderte si visitas la zona.

La construcción del puente es de sillería y cuenta con seis arcos de medio punto, siendo el central el de mayor luz. La calzada tiene un ancho de 4,20 metros y está bordeada por pretiles de piedra. A cada lado del puente hay rampas de acceso y tajamares en la base de los pilares para protegerlos de las corrientes de agua.

La ubicación del Puente Romano de Guijo de Granadilla lo convierte en un lugar ideal para una excursión de un día o una parada en un viaje por la región de Extremadura. La zona ofrece numerosas actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo y pesca, y también hay varios pueblos y ciudades cercanos que vale la pena visitar, como Plasencia, Cáceres y Trujillo.

Si estás planificando una visita al Puente Romano de Guijo de Granadilla, te recomendamos visitar su página web para obtener más información sobre su historia, horarios de apertura y eventos especiales. Desafortunadamente, no disponemos del teléfono ni de la página web de esta atracción en particular.

Esta empresa tiene 21 valoraciones según Google My Business, con una opinión media de 4.8/5. Los visitantes elogian la belleza y la importancia histórica del puente, así como el hermoso entorno natural en el que se encuentra.

Un lugar imprescindible si te gusta la historia y la naturaleza. El puente es impresionante y el paisaje es precioso.

Un gran ejemplo de la ingeniería romana que ha resistido la prueba del tiempo. Definitivamente vale la pena visitarlo.