Bodegas Baigorri - Samaniego, Álava

Iris V.

Comenzamos la experiencia con una visita a la bodega por las diferentes plantas de la misma. Tal y como nos indicó el guía (Borja), es una bodega única en cuanto a arquitectura. Además, disfrutamos mucho de la comida y de la cata de vinos. Un plan perfecto para disfrutar con familia y amigos. La bodega es moderna y con unas vistas espectaculares. Pagamos alrededor de 70€ por persona por la visita y la comida. Merece la pena la visita.

Maria M.

No pudimos hacer la visita, ya que estaban completo, pero si disfrutar un poco de las vistas y acceder al restaurante y comer.
El trato inmejorable, la recepción y espera en la entrada, la chica fue muy correcta, y agradable.
En el restaurante el personal muy amable, todo muy en su sitio, esmeran mucho en el protocolo en el momento de la presentación de los platos y vinos.
La comida, se notaba la calidad, y los platos bien presentados y lo importante, muy buenos. Parece poco cantidad, pero es más que suficiente al ser una degustación y haber tantos.
A mejorar, y en mi opinión, fue un gran fallo, la espera entre plato y plato, en alguno fue más de 20 min, una vez ya habíamos acabado el anterior. Se nos hizo la comida eterna, y a los niños, muy pesada. El último plato, la carne, hubo quien nos se lo acabó, incluso ni empezó. Este hecho, provocó que no acabáramos de disfrutar la comida.
Igualmente, lo recomiendo, ya que todo estaba muy bueno.

Paula T.

Fuimos a Baigorri por varias recomendaciones y no defraudó. Una visita muy interesante, no esperas lo que esa caja de cristal alberga en su interior y las vistas que ofrece de sus viñedos. Comimos allí y he de decir que su servicio super atento durante toda la comida, éramos cuatros con varias restricciones alimenticias que además supieron adaptar para deleite nuestro. Por poner un pero, la acústica del restaurante, donde se daban ciertos momentos que se notaban bastante las conversaciones de otras mesas.
Un punto que valoro muy a favor es que sean B Corp, aunque no es algo en lo que se ponga especial énfasis, pudiendo ser muy positivo darlo a conocer entre todos sus visitantes.

David L. (.

Una pasada de diseño, un equipo muy profesional y una buena experiencia. La visita explica los viñedos, la historia de la bodega, sus vinos y su proceso productivo.

El menú degustación fue bueno, quizás no de 5 estrellas, la degustación de 4 vinos maridando los platos buena.

Recomendaría a cualquiera. Se agradece tener menú especial sin gluten para personas celiacas.

Roberto C.

Rocío Sánchez nos enseñó la bodega con mucho conocimiento y gran amabilidad. Preciosa, original y con una arquitectura eficaz para las muchas tareas que se desarrollan en una bodega. Samaniego es un pueblo muy hermoso. Muchas gracias.

ALFA T.

Gran visita a la bodega, las explicaciones de Aitor muy buenas y claras, nos ha explicado cosas que no nos han dicho en otras bodegas. Volveremos.
La comida en el restaurante ha sido deliciosa, tipo gourmet, el servicio exquisito, nos han dado a probar 4 diferentes vinos de la bodega y nos han llenado las copas varias veces. Para repetir.

Cesar T.

Una de las 3 bodegas arquitectónicas más interesantes de La Rioja. Hemos realizado la visita más menú de vinos clásicos y ha sido una experiencia estupenda. Hemos llegado temprano y hemos parado en el wine bar a probar alguno de sus vinos premium ya que no los incluía nuestra visita, y estaban súper ricos.
La visita de la mano de Aitor ha sido muy interesante y se nos ha hecho muy amena.
El menú constaba de 3 entrantes 1 primero y 1 segundo. El segundo constaba de lagarto ibérico que estaba buenísimo y los vinos que acompañan el menú geniales. Recomiendo la visita sin ninguna duda.

Paco M.

Si lo que se desea es visitar un bodega con una particularidad arquitectónica y disfrutar de un menu regado con un buen vino aconsejo notablemente visitar esta bodega. De primeras te sorprende la entrada porque sólo se ve del exterior una amplia caja acristalada a modo de templo griego, modernizado. Pero una vez dentro te llevas la sorpresa que toda la bodega está enterrada en el terreno, hasta siete plantas. La visita te dan una explicación detallada del nacimiento de la marca de la bodega y su elaboración del vino. Después de 1 hora de visita pasas al comedor donde, dependiendo de lo que hayas elegido, te dan un menú cerrado de varios platos regados con sus vinos. Para mi gusto, el que más me sorprendió fue el reserva del 2016.